Un derrame cerebral es una patología muy frecuente en la población ya que es la mayor causa de limitación del movimiento para aquellas personas que están adaptadas a tener una vida en completo movimiento, es importante ir conociendo acerca del tema ya que es un factor importante de prevención para aquella persona que acaba de sufrir un accidente cerebrovascular mejor conocido colegialmente como derrame cerebral. Leer acerca de su fisiopatología nos ayudara a ubicar cada parte importante que se ve afectada en esta enfermedad, los tipos de derrame cerebrales que hay podremos identificarlos de manera correcta al igual que separar si llega a ser un accidente isquémico y hemorrágico o si la duración del evento tiene un tiempo determinado por ejemplo tener una duración de minutos.

Cada síntoma que se presenta en esta enfermedad hay que conocerlos ya que al instante de tener unos de los síntomas ya mencionados estaremos en un estado de alerta principalmente para actuar con los protocolos indicados para evitar algún estado de intervención hospitalaria. Dentro de su tratamiento ya va a depender de cada institución terapéutica en la que el paciente ingrese al igual que el tipo de accidente que este mismo ha sufrido, porque a través de eso se podrá tener un buen plan de tratamiento para favorecer la movilidad y la independencia del paciente, principalmente si él estuvo en el área hospitalaria o los síntomas que llego a presentar fueron de poca duración y no permanentes.

Derrame Cerebral

Un derrame cerebral se da cuando el flujo de sangre se ve interrumpido por una ruptura o bloqueo de un vaso sanguíneo encargado de transportar la sangre hacia el cerebro. Hay dos tipos de derrame cerebral isquémico y hemorrágico.

Hay dos tipos de derrame cerebral.

Isquémico: Un ictus isquémico se produce cuando hay una obstrucción de un vaso sanguíneo en una arteria que se encarga de transportar la sangre hacia el cerebro, este suceso puede deberse a un coágulo o a un trombo que se queda en la circulación de la sangre que va hacia el cerebro dependiendo de las dos arterias principales.

  • Arterias obstruidas: grasa, entre otras pueden acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos, con el paso del tiempo esta sustancia se endurece y se forma una estructura llamada placa. La formación de placa ocasiona la obstrucción del vaso sanguíneo impidiendo que la sangre siga su trayecto correctamente hasta el cerebro.
  • Embolia: obstrucción de un vaso sanguíneo por un coagulo de sangre (embolo) procedente de una región corporal.
  • Coágulos de sangre: cuando se forma un coagulo en un vaso sanguíneo, ya que las arterias suelen ser muy delgadas el derrame cerebral es denominado derrame cerebral trombótico. Cuando un coágulo se ha formado en otras partes del cuerpo se desprende y viaja hasta un vaso sanguíneo el resultado es un derrame cerebral embolico o embolia cerebral, también puede ser el resultado de alguna burbuja de aire u otra sustancia extraña a la sangre que se mueve provocando un bloqueo del vaso sanguíneo.
  • Trombosis de un seno venoso cerebral (coagulo de sangre en los senos que drenan la sangre del cerebro.
  • Hipoperfusión sistémica (persona en shock).

 

 

Causas de un Ictus Isquémico.

  • Trombosis
  • Ictus Lagunar (Vaso Pequeño)
  • Trombosis de vaso grande
  • Deshidratación
  • Oclusión embolica 
  • Infarto miocárdico
  • Lesiones valvulares
  • Estenosis mitral 
  • Válvula mecánica
  • Trastornos hipercoagulables
  • Síndrome Nefrótico
  • Trombosis del seno venoso
  • Meningitis
  • Enfermedad intestinal inflamatoria
  • Vasculitis
  • Disminución del contenido de oxígeno en la sangre como la deficiencia de glóbulos rojos
  • Intoxicación con monóxido de carbono 

Cuando se da un ataque Isquémico y parte del encéfalo sufre por falta de sangre se da la llamada cascada isquémica, al no obtener la cantidad suficiente de sangre suficiente el tejido encefálico deja de recibir oxígeno y estar varias horas sin oxígeno ocasiona una muerte del tejido, parte del tejido encefálico puede morir de inmediato mientras que otras regiones solo van a presentar una lesión parcial y pueden llegar a recuperarse. La región del encéfalo que puede llegar a recuperarse se llama penumbra

Hemorrágico: Este se da cuando hay una ruptura de un vaso sanguíneo, es decir este mismo se rompe provocando la salida de sangre de la arteria dentro del cerebro causando una inflamación del tejido cerebral y daño en las células cerebrales como muerte cerebral. Cuando los vasos sanguíneos estallan dentro del cerebro se le llama Hemorragia Intracerebral, si el sangrado se produce entre el espacio entre el cerebro y las ventanas que recubren el cerebro se le llama Hemorragia Subaracnoidea. EL Ictus Hemorrágico puede ser Intracraneal o Intracerebral

Hemorragia intracraneal: Es la acumulación de sangre en cualquier zona dentro del cráneo.

Hemorragia intracerebral: Es cuando la sangre se riega directamente en el tejido encefálico formando un hematoma

Un accidente cerebrovascular hemorrágico produce daño tisular mediante comprensión del tejido por un hematoma expansivo o por acumulación de sangre. Esto puede causar daño tisular y por lo mismo el aumento de presión puede disminuir la irrigación sanguínea del tejido circundante hasta ocasionar un infarto.

Causas.

  • Presión arterial elevada
  • Anomalías congénitas 
  • Aneurisma cerebral
  • Malformación intravenosa
  • Vasculitis
  • Trastornos hemorrágicos
  • Uso de anticoagulantes en dosis altas
  • Tumores en los vasos sanguíneos
  • Lesiones en los vasos sanguíneos 

Ataque isquémico transitorio.

También conocido como mini apoplejía, es causado por un bloqueo temporal de la irrigación cerebral se puede dar por un coagulo o alguna materia grasa que se desprende del corazón o de la pared de la arteria viajando en la corriente sanguínea y quedándose en una arteria que irriga el cerebro este tiene síntomas parecidos a un derrame cerebral isquémico solo que estos no suelen tener efectos duraderos. Sus síntomas suelen tardar minutos u horas, con una recuperación espontanea que desaparecen antes de 24 horas.

Sus causas son las mismas que el isquémico

  • Nivel muy bajo de oxigeno
  • Deficiencia de glóbulos rojos
  • Intoxicación por monóxido de carbono
  • Aumento de viscosidad en la sangre
  • Tensión arterial muy baja

Fisiopatología.

Autorregulación cerebral.

El flujo sanguíneo está determinado por la resistencia vascular cerebral, directamente relacionada con su diámetro. El proceso por el cual el flujo sanguíneo se mantiene constante a pesar de variaciones en la presión de perfusión. Debe de mantener en un rango de presión arterial media sino se mantiene en ese rango el cerebro no puede compensar los cambios en la presión de la perfusión, ya que aumenta el riesgo de isquemias a bajas presiones y edemas a altas presiones.

Necrosis y apoptosis.                                       

 La muerte celular después de la isquemia sucede por necrosis o por apoptosis, la inflamación aumento el flujo sanguíneo a la región que se encarga de suministrar la glucosa y el oxígeno a las células. La necrosis se acompaña de edema celular, lesión del tejido circundante , lesiones de los organelos.

Cascada isquémica.

La isquemia puede llegar a generar una cascada de eventos que ocasionan muerte neuronal, cambios en la concentración de sodio, potasio y calcio.

 

 

Penumbra isquémica.

Es el área del tejido que rodea el centro del infarto con afectación funcional, incluye áreas que se recuperan espontáneamente denominadas área oligohemia benigna y áreas que pueden progresar a cambios reversibles, denominados áreas de penumbra.

Edema cerebral.

El 10% de los accidentes cerebrovasculares isquémicos se clasifican como malignos debido a la presencia de edema cerebral, aumento de presión intracraneal. Los dos mecanismos fisiopatológicos del edema son citotóxico y vasogénico.

Irrigación cerebral.

La sangre irriga al cerebro a través de sus arterias muy importantes. Las arterias carótida interna que se encargan de transportar sangre desde el corazón a lo largo de la parte anterior del cuello. Las arterias vertebrales, que transportan la sangre desde el corazón a lo largo de la parte posterior del cuello. 

Estas dos arterias se van uniendo para formar únicamente la arteria basilar (en la parte posterior de la cabeza). Las arterias carótidas internas y basilar se dividen en varias ramas en las cuales una de ellas se encuentra la arteria cerebral. Algunas de estas ramas arteriales se unen para formar el polígono de Willis que van conectando las dos arterias importantes. Estas ramas son encargadas de transportar la sangre hacia el cerebro, ya que las arterias principales están sufriendo la obstrucción e impide el transporte de sangre correctamente hacia el cerebro.

ISQUEMIA CEREBRAL Es importante reconocer los síntomas y las causas de una isquemia cerebral pero principalmente reconocer las diferencias de una enfermedad …

Un derrame cerebral es una patología muy frecuente en la población ya que es la mayor causa de limitación del movimiento para …

Fisiopatología de la formación de aneurisma.

Muchos son consecuencia de una debilidad en la pared arterial, otras son provocadas por una ateroesclerosis (acumulación de placa o material graso en la pared del vaso). Otras son consecuencias de infecciones bacterianas en la pared de la arteria. Estas infecciones en otras partes del cuerpo generalmente en la válvula cardiaca antes de propagarse hasta la pared arterial. La elevación del flujo sanguíneo produce cambios en la remodelación de los vasos, dilatación y cambios en el grosor de la pared, remodelación excéntrica y remodelación asimétrica, con aumento del flujo sanguíneo el segmento distal del cuello de este mismo, lo que se denomina “zona de impacto”. Esta alteración se presenta como recirculación dentro del saco aneurismático, transformándolo de un flujo alto a un flujo bajo con cambios de dirección dentro del mismo. Los componentes sanguíneos permanecen en las regiones de flujo bajo durante más tiempo.

Cambios causados  por un derrame cerebral en el cuerpo.

  • Efectos en el cuerpo: Debilidad en el brazo o la pierna. Entumecimiento u hormigueo en la piel. Caída del rostro, dificultad para hablar o para entender las palabras de otras personas, dificultad para tragar, cambios en la visión, perdida de coordinación y equilibrio.
  • Efectos emocionales: Cambios en la personalidad, perdida de la habilidad para controlar el humor y las emociones, depresión fatiga y negación.

Con frecuencia ocurren en un lado o hemisferio, puede ser lado izquierdo o derecho y dependiendo de cuál de los hemisferios sufre el daño pueden surgir diferentes efectos en el cuerpo.

Diagnostico.                       

Su diagnóstico está basado en una valoración clínica y un estudio de imagen como la tomografía computarizada o la resonancia magnética. Pruebas de laboratorio, incluyendo análisis para medir la concentración de azúcar en la sangre. 

Manifestaciones clínicas.

La principal característica de ICTUS es la aparición súbita de un déficit neurológico focal, aunque ocasionalmente puede presentarse con progresión escalonada o gradual. Las manifestaciones van a depender del sitio de afección cerebral, frecuentemente son unilaterales e incluyen alteraciones del lenguaje, campo visual, debilidad hemicorporal y perdida de la sensibilidad. También puede llegar a presentarse de forma súbita o con síntomas rápidamente progresivos, es frecuente el déficit neurológico máximo al inicio, así como aumento de la presión intracraneal como cefalea, náuseas y vomito. Déficit neurológico sensitivo-motor contralateral y con compromiso de nervios craneales, puede llegar a aparecer crisis convulsivas.

Síntomas.

  • Debilidad repentina o parálisis de un lado del cuerpo.       
  • Perdida de la sensibilidad de una parte del cuerpo.       
  • Confusión repentina, con dificultad para comprender el lenguaje.       
  • Oscurecimiento súbito de la visión, vista borrosa o perdida de la visión particularmente en un solo ojo.        
  • Mareo súbito o perdida de equilibrio y coordinación.      
  • Dolor de cabeza intenso y repentino.      
  • Náuseas y vomito.        
  • Pérdida de conciencia temporal o persistente.       
  • Presión arterial muy elevada.        
  • Dificultad para caminar.
  • Algunas personas suelen tener convulsiones.

Factores de riesgo.

  • Diabetes
  • Niveles altos de colesterol
  • Hipertensión arterial
  • Resistencia a la insulina
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Falta de actividad física.
  • Inflamación de los vasos sanguíneos.
  • Infarto de miocardio.
  • Fibrilación auricular.
  •  
  • Trastornos de coagulación.
  • Trastornos que aumentan el sangrado.
  • Estrechamiento de una arteria carótida del cuello.
  • Uso de anticoagulantes.

Otros síntomas que suceden al inicio consisten en trastornos de la memoria, el pensamiento, la atención o el aprendizaje. Las personas afectadas pueden ser incapaces de reconocer parte de su propio cuerpo y no conscientes de los efectos del ACV. Se reduce el campo de capacidad visual periférica y perdida parcialmente de la audición. Se puede presentar dificultad para tragar, mareos y vértigo. Dificultad para controlar sus esfínteres pueden aparecer unos días o después de haber ocurrido un accidente. Sus síntomas posteriores pueden incluir rigidez y espasmos musculares involuntarios (espasticidad), así como la incapacidad de controlar las emociones.

El tiempo de recuperación después de un derrame puede variar según la gravedad del mismo y las áreas afectadas. Algunos pacientes pueden experimentar dolor, problemas de equilibrio, debilidad muscular y fatiga después del evento. En casos más graves que involucran traumatismo o desmayo, la recuperación puede ser más prolongada y requiere un mayor enfoque en la rehabilitación para recuperar la función física y cognitiva. La rehabilitación es una parte crucial de la recuperación y puede incluir terapia física, ocupacional y del habla para ayudar a los pacientes a volver a sus actividades diarias. La paciencia y el apoyo emocional son fundamentales para el proceso de recuperación.

Las consecuencias de un derrame pueden ser diversas y dependen del área del cerebro afectada. Por ejemplo, si ocurre en la zona que controla el ritmo cardíaco, puede causar una arritmia o un trastorno del ritmo cardíaco. Así mismo, la esclerosis o el endurecimiento de las arterias puede aumentar el riesgo de sufrir un ACV. Otro efecto común es la afasia, una dificultad para comunicarse que puede afectar el habla, la escritura y la comprensión del lenguaje. Además, el estrechamiento de las arterias, que suministran sangre, también puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Es fundamental llevar un estilo de vida saludable y acudir al médico de forma regular para prevenir o tratar estas complicaciones.

El tratamiento para ambos tipos de derrame cerebral puede variar según la gravedad y las circunstancias individuales del paciente. En el caso del isquémico, el tratamiento temprano con un medicamento que disuelve los coágulos (terapia trombolítica) puede restaurar el flujo sanguíneo y minimizar el daño cerebral. Además, en algunos casos, se puede realizar una cirugía para retirar el coágulo de sangre. Por otro lado, el tratamiento para el hemorrágico puede incluir medicamentos para reducir la presión arterial y controlar la hemorragia, así como cirugía para reparar el aneurisma o eliminar el hematoma (acumulación de sangre).

Es importante señalar que, independientemente del tipo de derrame, la rehabilitación es fundamental para recuperar la función cerebral y reducir las discapacidades a largo plazo. La rehabilitación puede incluir terapia física, ocupacional y del habla, así como asesoramiento y apoyo emocional para el paciente y su familia.

 

En conclusión, aunque el isquémico y hemorrágico tienen causas y características distintas, ambos tipos son graves y requieren atención médica inmediata. Con un tratamiento adecuado y una rehabilitación efectiva, es posible minimizar el daño cerebral y recuperar la función. La duración varía según el tipo y la atención médica que recibe el paciente. En general, la mayoría de los síntomas aparecen de forma repentina y pueden durar horas o incluso días. La duración de los síntomas depende de la gravedad y la ubicación del derrame, así como de la eficacia del tratamiento y la rehabilitación.

Conclusión. 

Es importante conocer los diferentes tipos de trastornos neurológicos en este caso un accidente cerebrovascular hemorrágico porque así mismo nos ayuda principalmente a identificar el tipo de ICTUS que presenta la persona, al tener el conocimiento adecuada sobre como surge una hemorragia cerebral podremos estar pendiente en cuanto a la salud de la persona siguiendo con las indicaciones adecuada es decir si presenta alguna cardiopatía o algún trastorno cardiaco en donde el flujo de sangre no sea normal, la arteriosclerosis es un factor muy importantes para llegar a presentar un síntoma de un accidente. Conocer los factores nos ayuda en cuanto a la salud del paciente principalmente si presenta alguna insuficiencia en cuanto a su presión arterial la cual no podría tener el parámetro normal, la diabetes es un factor de riesgo o algún dolor de cabeza intenso, alguna afectación en la carótida. 

Después que el paciente haya presentado los síntomas de un ICTUS es fundamental acudir a un centro de rehabilitación adecuado para así poder brindarle el tratamiento adecuado. La rehabilitación de accidente va a depender mucho de la disponibilidad del paciente y de los familiares y también del tipo de ACV que presenta, al igual que la rehabilitación de derrame cerebral hemorrágico es fundamental dentro de los primeros días con el seguimiento de indicaciones de los profesionales encargados para la realización de la terapia creando un programa de rehabilitación adecuado para el tratamiento del derrame cerebral.

Referencias

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Garcia, C., Martinez Reyes , A., Garcia , V., Torres, I., & Ricaurte-Fajardo, A. (2019). Actualizacion y diagnostico del ataque cerebrovascular isquemico. Pontificia Universidad Javeriana.

Groenhout, A., & Mulder, S. (2016). Derrame cerebral. Mercy Healt.

Ji Y. Chong, M. W. (2020). Introduccion a los accidentes cerebrovasculares. Manual MSD.

Stokes, M. (2013). Fisioterapia en la rehabilitacion neurologica. España: Elsevier.

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